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Espiritualidad
Espiritualidad de la Paz
La nuestra es, ante todo, una espiritualidad de paz: paz dentro de nosotros, paz a nuestro alrededor. En la conformación con el Hijo, en efecto, estamos dados a recuperar esa identidad filial que el pecado ha oscurecido, reabriendo el camino hacia la reconciliación con Dios, con nosotros mismos, con los demás. Un proceso de pacificación, éste, nunca completado del todo, que permea opciones, deseos, y se convierte en lenguaje, apertura al otro, compromiso por la comunión fraterna, por el diálogo, por la reconciliación de la diversidad (hombres/mujeres, estados de vida, culturas, etc)
RdV 51
Somos una Comunidad cuya vocación es vivir el ministerio y el voto de intercesión por la Paz para la renovación espiritual de la Iglesia y la conversión y reconciliación de todo hombre con Dios Nuestro ministerio de intercesión nos exige ser comunidades acogidas a Dios para poder interponerse entre Dios y la humanidad y así obtener de Él las gracias necesarias para la salvación y la paz del mundo [...]
Espiritualidad Eucarística
Nuestra espiritualidad es eucarística , y lo es en un doble sentido: porque la Eucaristía celebrada y adorada es el corazón de nuestra jornada , primer contacto con Cristo, savia de paz; y porque la Eucaristía significa nuestra existencia, pan partido, pan que tiene sabor de comunión y gratitud filial.
RdV 51
[...] Nuestra vida comunitaria se basa en la comunión intensa que nace y se renueva continuamente en la Eucaristía, celebrada y adorada, que hace de cada una de nuestras casas, además de tabernáculo vivo, también continuación de el cenáculo primitivo de Jerusalén, encabezado por María, en espera de un renovado Pentecostés. Todo hermano y hermana está llamado a revestirse de los mismos sentimientos y virtudes de Cristo y de María y a vivir esa caridad exquisita que nos propone san Pablo: "Amaos los unos a los otros con afecto fraterno..." (cf. Rm 12, 9). - 18), y que hace de cada una de nuestras comunidades una verdadera familia siguiendo el ejemplo de la familia de Nazaret.
Espiritualidad Mariana
Nuestra espiritualidad es mariana. María es el seno en el que se realiza nuestra conformación a Cristo. Como dice Montfort, asimilarse a ella es el camino más rápido para asimilarse al Hijo. Por eso, seguirla, revivir sus actitudes de fe, humildad, abandono, acogida, es para nosotros el anhelo de cada día.
RdV 128
[…] Reconocemos en ella [María] a nuestra Madre, nuestra Maestra, nuestra Guía. Queremos estar cerca de ella en la Cruz del Hijo, por la Paz de la Iglesia y por la Paz de la humanidad, esperando un nuevo advenimiento del Espíritu Santo